Viernes Santo

Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno
En la puerta de la Capilla de San Bartolomé se concentraban ilusionados una gran marea de fieles para acompañar en la jornada de hoy a Jesús Nazareno. Sin embargo, las previsiones metereológicas no ayudaban por lo que la Hermandad se vio obligada a suspender su estación de penitencia.
Durante toda la tarde de hoy, la Capilla de San Bartolomé ha permanecido abierta para la veneración de los fieles ante las plantas de Jesús de la Vereda y su madre la Virgen de las Angustias.
No obstante, la imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno volverá a procesionar por las calles de nuestro pueblo el próximo 5 de Mayo en el triduo itinerante que se celebrará por las parroquias de Utrera con motivo del 425 aniversario de la fundación de la cofradía de la Santa Cruz de Jerusalén.

Hermandad de la Vera-Cruz
Ante la mejoría que presentaría el tiempo a partir de la tarde, los hermanos de la Vera-Cruz eran optimistas en poder realizar su estación de penitencia. Las probabilidades de precipitaciones descendían hasta un 50 % pero todavía el riesgo era demasiado alto por lo que la Hermandad de la Vera-Cruz anunció que no realizarían estación de penitencia. Antes de anunciar esta decisión, el director espiritual de esta coorporación, D. Diego Pérez Ojeda junto con los hermanos realizaron una oración ante sus titulares.
Este año, la Banda de CC. y TT. pretendía estrenar tras el misterio de Ntro. Padre Jesús Atado a la Columna una pieza musical titulada ''Lágrimas de vida'', dedicada a los donantes de órganos. La Virgen de los Dolores llevaba en su paso de palio un cirio con esa inscripción.

Hermandad del Santo Crucifijo de los Milagros
Una vez conocida la decisión de la Hermandad de Jesús Nazareno y de la Vera-Cruz, los utreranos mantenían la esperanza de no dejar este Viernes Santo huérfano y que la Hermandad de los Milagros pudiera procesionar por las calles de Utrera. Esta Hermandad decidió ante los claros pronósticos de lluvia no realizar su estación de penitencia. A las 22:30 horas se abrieron las puertas de la Parroquia de Santa María para que los devotos pudieran contemplar la imagen del Santo Crucifijo de los Milagros. Flanqueada por el muñidor y cuatro ciriales,  la imagen de Cristo en el monte Calvario dejaba una estampa capaz de estremecer a cualquiera.