Igualmente, también es destacable el trabajo de la Diputación de Caridad de la Corporación. Al mantenimiento de su Bolsa de Caridad (“Bolsa de Caridad Cristo de la Humildad y Paciencia”), se le unen iniciativas tales como el plan de acogida de niños bielorrusos o la pertenencia al Economato Casco Antiguo.
La Hermandad cuenta con una Escuela de Saetas que funciona desde 1991 y que se reúne todos los sábados. Por esta causa es muy habitual la interpretación de muchas saetas durante el recorrido de vuelta de la cofradía.
La Hermandad cuenta como Cotitular a la Santísima Virgen de la Encarnación, talla de gloria atribuida con fundamento a Juan de Mesa, que procesiona en el mes de octubre por la feligresía. En su honor, la Hermandad organiza una Velá que cada vez cuenta con mayor predicamento en el barrio.
El Señor de la Sagrada Cena es llevado hasta el Palacio Arzobispal en el paso procesional del Cristo de la Humildad y Paciencia cada mes de Junio para que presida el altar que instala allí la Hermandad con motivo de la festividad del Corpus Christi. Igualmente, la Corporación celebra por esas fechas un Solemne Triduo al Santísimo, que culmina con un acto de Exaltación Eucarística que este año pronunciará doña Amalia Gómez.
El antiguo apostolado de la Cena -el anterior al de Ortega Bru- era obra de Antonio Bidón Villar, a la sazón familia del que después se convertiría en uno de los grandes poetas de la Generación del 27, Luis Cernuda Bidón.
En las dependencias de la Hermandad se encuentran el boceto en terracota del actual Señor de la Cena de Sebastián Santos y el busto del antiguo Señor de la Cena, obra de Manuel Gutiérrez Cano, que tras la sustitución de 1955, procesionó muchos años como apóstol, entre las figuras secundarias de Bidón Villar.
La Hermandad de la Sagrada Cena fue pionera, el 22 de Febrero de 1948, en pedir la Proclamación de la Realeza de la Virgen. Finalmente, dicha petición fue atendida por S. S. Pio XII, el 1 de Noviembre de 1954. Una de las insignias del cortejo del palio recuerda dicha efeméride.
Anteriormente a su regreso procesional de 1974, el Cristo de la Humildad y Paciencia, procesionaba en un paso de misterio con más figuras secundarias y con acompañamiento musical: una estética muy diferente a la actual.
Alrededor de los respiraderos del paso de la Santísima Virgen del Subterráneo se localizan varias capillas con imágenes de diversas advocaciones marianas.
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