Al término de la misa en la Basílica del Gran Poder, un individuo se acercó al camarín del Señor, como hacen muchos fieles y devotos con la intención de besar el talón de la imagen, no obstante, éste se subió a la barandilla y empezó a zarandear a la imagen intentando tumbarla, al ver que no lo conseguía, comenzó a darle patadas. Posteriormente, se agarró al brazo del Señor y tiró de él consiguiendo arrancárselo.
Dos policías nacionales de paisano que estaban escuchando misa consiguieron detenerlo.
Afortunadamente, se ha podido saber que los daños que ha sufrido son reparables.
Consecuentemente tras estos acontecimientos, la imagen ha sido retirada del culto para ser examinada por los hermanos Cruz Solís. Además, el imaginero Luis Álvarez Duarte se acercó a la Basílica para contemplar el estado en el que había quedado la imagen.
El individuo, fue arrestado por la Policía y éstos le preguntaron el motivo por el que había obrado de esta manera, respondiendo éste «El Hijo de Dios soy yo», además, afirmaba que traía un mensaje.
El hermano mayor explicó que el brazo derecho del Señor había quedado descolgado al desprenderse de la propia articulación, pero «no se trata de un daño irreparable, nada que no pueda restaurarse sino algo perfectamente subsanable». El brazo del Señor no llegó a caer al suelo, pues quedó sujeto con la propia túnica, que se rompió al igual que la camisa que cubre la imagen.
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