Ya están puestas nuestras almas para
buscar en las calles -que tantos siglos se
callan- esa luz que, tras de sí, traerá el
cortejo de los días que forman esa Semana
por la que todas las demás existen

lunes, 6 de julio de 2009

Hermandad del Cachorro


''Vivió en Triana un gitano, de los llamados castellanos nuevos, apodado "Cachorro", quien atravesando cada día el puente de barcas, junto al castillo de San Jorge, llegaba a Sevilla. Un payo residente en la ciudad vino a sospechar de este hombre, pensando que su visita no era por otro motivo que el de cometer adulterio con su propia esposa. Los celos llegaron a tales extremos que, cierto día, sabedor de la visita cierta del gitano a la venta Vela, lo esperó oculto. No hizo mas que llegar, ajeno a la suerte que iba a correr, mientras sacaba agua del pozo que junto a la referida venta existía, le fue asestada siete puñaladas que le ocasionaron la muerte.''



''Se asegura que el escultor de la imagen del Cristo de la Expiración estuvo presente en el suceso y que tuvo oportunidad de presenciar la agonía del gitano Cachorro. Captó con la mirada el rostro de aquel moribundo en el instante de su muerte e hizo suya la expresión terrible que plasmó con toda naturalidad en la obra que en esos días estaba realizando.''

''La leyenda vino a completarse con la investigación llevada a cabo por la justicia en la que al fin se conoció la verdad. En efecto el gitano Cachorro visitaba cada dia a una mujer, aunque resultó que esta dama era en realidad su propia hermana bastarda. El gitano, en el intento de mantener el secreto por temor a perjudicarla, dado su origen, había sido descubierto y acusado de aquellas erróneas intenciones.''


*Francisco Antonio Ruiz Gijón: Aunque nacido en Utrera (1653), muy joven se trasladó a Sevilla, tras quedar huérfano por la muerte de su padre. En 1669 entra como aprendiz en el taller del escultor Andrés Cansino. Se cree que posteriormente debió estar vinculado de alguna manera a uno de los tallistas más famosos del momento en la ciudad, Pedro Roldán, aunque no existe constancia documental de este hecho, las similitudes estilísticas entre ambos artistas son evidentes.
En 1673, lo encontramos establecido por su cuenta. De su taller salieron algunas imágenes de excepcional nivel artístico, como la del Cristo de la Expiración (1682), conocida popularmente como El Cachorro y la de Simón de Cirene que se encuentra en la Iglesia de San Isidoro de Sevilla. La talla del Cristo de la Expiración está considerado como uno de los mejores crucificados de Sevilla entre los que se encuentran también el del Amor, y el de la Buena Muerte (Estudiantes).

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